Las armas secretas siempre han sido parte de la Kings League. Eran la manera de llevar los videojuegos al fútbol y modificar las reglas de toda la vida. ¿Cómo darle más vida a un encuentro? Con modificadores más o menos aleatorios que puedan cambiar el rumbo del partido.
Durante estos años, las cartas han ido variando, aunque no tanto como al inicio. Hay cartas, como el comodín o los penaltis a favor, que están muy bien valoradas por los jugadores y los miembros del staff técnico, pero otras provocaban bostezos entre presidentes y espectadores. Los goles dobles tampoco tenían demasiada incidencia en el resultado, y mucho menos la expulsión temporal de un futbolista.
Ahora tendremos una nueva carta que parece incalificable. La han llamado ‘Reverse Penalty‘, y funciona de la siguiente manera: la carta permite al equipo que la posee elegir a uno de sus rivales para que lance un penalti en contra. Es decir, a primeras parece negativa para los intereses del equipo, pero no lo es.
Si el penalti es transformado, el gol no subirá al marcador. Si, por el contrario, el portero lo detiene, entonces el equipo que jugó la carta sumará un gol a su favor. Esta dinámica provocará inevitablemente que los equipos señalen para el lanzamiento al rival que consideren peor jugador.
Patio de colegio
Es una situación que recuerda vagamente a los partidos del patio del colegio, cuando dos ‘capitanes’ elegían por turnos a sus compañeros. Siempre empezaban escogiendo a los que consideraban más hábiles con el balón, dejando para el final a quien creían que no había dado una patada en su vida.
¿Es lo más adecuado para la competición? Puede que dé espectáculo, pero quizá no sea la mejor decisión del mundo. A la larga, podría afectar a la confianza o la imagen de alguno de los futbolistas.