Que MindsEye no fue el juego que muchos esperaban y terminó como desastre absoluto no es ninguna sorpresa. Lo que sí resulta más sorprendente es que se publicase un juego con tantos problemas, de la mano de Leslie Benzies, antiguo productor de Grand Theft Auto, que abandonó Rockstar North en 2016. Ahora, están empezando a surgir algunos detalles de todo el proceso…
MindsEye fue un desastre de principio a fin
La noticia la publica el medio PCGamer y es de lo más jugosa. Leslie Benzies fue una de las figuras claves en el desarrollo de Grand Theft Auto. Tras abandonar Rockstar, fundó el estudio Build a Rocket Boy y su primer proyecto era de lo más ambicioso. Se llamaba Everywhere y buscaba ser: un RPG multijugador en un mundo futurista donde los jugadores podrían crear y vivir sus propias experiencias. La receta era tan perfecta como ambiciosa.

Pero la reputación de Benzies era lo suficientemente grande para atraer a los inversores. El estudio recaudó 233 millones de libras en 2024 y, a finales de año, contaba con 448 empleados. Pero no tenían un juego que publicar y, teniendo en cuenta el objetivo de Everywhere, decidieron centrar su atención en MindsEye. Era algo que había comenzado, originalmente, como una experiencia que formaría parte de Everywhere.
MindsEye se publicó en junio de 2025 e incluso antes de su lanzamiento ya se intuía el desastre. Solo hubo que esperar unas semanas, tras la publicación, para que se anunciasen despidos masivos. Algo que solo ahora está empezando a entenderse qué magnitud alcanzó. Hace solo unos días, 93 antiguos empleados de BARB publicaban una carta abierta firmada en la que denunciaban lo vivido.
Una carta demoledora
En ella, denunciaban «maltrato sistémico, mala gestión y mal manejo del proceso de redundancia» por parte de los jefes Benzies y Mark Gerhard. Jamie, un empleado que dejó BARB en 2022, llegó a decirle a la BBC, que «Leslie [Benzies] nunca decidió que juego quería hacer. No hubo una dirección coherente y esto afectó al proyecto desde el principio«. Según otros empleados, el equipo se enfrentaba a decisiones repentinas constantes por parte de la dirección.

La mayoría del feedback era ignorado y Benzies estaba constantemente pidiendo cosas. Cosas que, sin importar lo pequeñas o grandes que fuesen, eran automáticamente lo más importante. Durante la recta final de desarrollo, los errores comenzaron a acumularse y era habitual que el equipo tuviese que deshacer los errores de algún miembro. Al final, la historia la conocemos: el lanzamiento fue terrible.
Sin embargo, en una reunión de BARB en julio, Benzies defendía que la negatividad era injusta y que todo se debía a «saboteadores internos». Ahora, entre 250 y 300 empleados han sido despedidos, la mayoría del estudio en Edimburgo y se anuncian medidas legales. ¿Y BARB? Desde el estudio se asegura que el proceso de despido ha cumplido con las leyes y que seguirán trabajando en MindsEye para cumplir con «el juego que siempre imaginaron». Pero… ¿a estas alturas es posible reparar el daño?