El género de los MMORPGs en 2026 se enfrenta a una situación extraña. Los dos grandes titanes del género, sin duda, son World of Warcraft y Final Fantasy XIV. A mucha distancia los siguen juegos como Guild Wars 2, Lord of the Rings Online o Star Wars: The Old Republic. Hace años que ya nadie parece interesado en desarrollar grandes MMORPGs, pero, además, WoW y FF14 se enfrentan a un gran reto…
La revolución de los addons en World of Warcraft: Midnight
World of Warcraft está, sin duda, en uno de los mejores momentos de su larga historia. En marzo se lanza Midnight, su próxima expansión, y lo hace con muchas novedades, como ya es habitual. Sin embargo, lo que más destaca son dos aspectos diferentes: por un lado, la llegada del ‘housing’. Un sistema muy popular en otros MMOs y que, tras años pidiéndolo, por fin está disponible en el MMO de Blizzard, con una versión muy robusta.

Crédito: Blizzard Entertainment
Por otro lado, lo que destaca no es lo que se añade, si no lo que se elimina. Blizzard ha decidido eliminar el uso de addons (modificaciones) que afectan al combate. Desde fuera, puede ser difícil entender el impacto de esta decisión. Los addons existen desde que el juego se lanzase en 2004 (2005 en Europa) como una forma de expandir la funcionalidad del juego, al poder hacer cosas que la interfaz básica no nos permite.
Con el paso de los años, los addons se han vuelto cada vez más sofisticados y potentes. Algunos simplemente nos permiten transformar el aspecto gráfico de WoW o potenciar sus diferentes funciones. Otros se han dedicado a expandir el combate, añadiendo información o incluso resolviendo mecánicas de combate. Es decir, en una pelea en la que nuestro personaje tiene que hacer algo determinado para evitar recibir daño, el propio addon nos dice directamente qué hacer.
Un mundo sin peleas con soluciones instantáneas
Para el jugador, estos addons son muy útiles: no hace falta entender cómo funciona la mecánica de un jefe, simplemente necesitamos seguir las instrucciones del addon para completar la pelea. Para el diseñador, es una pesadilla: hay que diseñar las peleas teniendo en cuenta que los addons serán capaces de proporcionar respuestas instantáneas o resolver mecánicas muy complejas.
Y, durante muchos años, ha sido así. Los desarrolladores se han adaptado a diseñar peleas en las que el impacto de los addons se ve mucho más reducido. Por ejemplo, con ataques que solo nos dan una fracción de segundo para reaccionar. Pero a la larga, es una carrera armamentística en la que todo el mundo sale perjudicado (los desarrolladores se ven más limitados en el diseño de las peleas, y los jugadores dependen cada vez más de los addons).
Así que, en su lugar, Blizzard ha decidido dejar de dar soporte a los addons de combate y, en su lugar, incluir un sistema propio en el juego. Mucha de esa funcionalidad se mantiene (por ejemplo, alertas que avisan del próximo ataque de un jefe), pero desaparece todo aquello que simplifica la resolución de las mecánicas. La respuesta de la comunidad está siendo de mucho escepticismo. De los desarrolladores dependerá que WoW siga siendo conocido por un sistema de combate fantástico.
Los MMORPGS en 2026 necesitan mucho contenido… y FF XIV también
Final Fantasy XIV, por su parte, está en una situación completamente diferente. Todo apunta a que, por cifras, es el segundo MMORPG más popular del mundo. Aquí no hay addons que resuelvan las mecánicas de combate. De hecho, las peleas contra los jefes (y enemigos) parten de una filosofía de diseño muy diferente: cada combate es más bien una especie de coreografía y juego de memoria.

Crédito: Square Enix
El combate de Final Fantasy XIV no es su mayor problema. Lo es su preocupante falta de contenido, especialmente en comparación a WoW. Square Enix parece haberse dormido en los laureles, cayendo en una estructura de contenido que se ha mantenido rígida a lo largo de los años, como menciona PC Gamer. La comunidad sabe, exactamente, qué esperar en cada parche.
Por si no fuera suficiente, mientras Blizzard ha acelerado el ritmo de sus parches y expansiones, Square Enix ha hecho lo opuesto: cada vez tarda más en publicar sus parches y expansiones. Y, por si no fuera suficiente, cada parche iba dirigido, hasta hace muy poco, a un público muy particular. Así, sabíamos que un parche tendría contenido pensado principalmente para los jugadores casuales, y otro para los más hardcore. Es decir, habría que esperar muchos meses hasta tener otro parche con contenido para nuestros intereses.
El problema de las dificultades
El momento más crítico, probablemente, llegó con el parche 7.25. En él se incluyó una nueva zona (Occult Crescent), que estaba pensada principalmente para el jugador casual. Una zona en la que, a lo largo de meses, podríamos conseguir un arma relativamente potente para nuestro personaje. Con esa misma zona llegaba una nueva mazmorra: Forked Tower, que, en el equivalente de expansiones anteriores, hubiera sido algo muy accesible.
Sin embargo, no fue así. Forked Tower era contenido muy difícil tanto en ejecución como en organización. Por lo que solo una cantidad mínima de jugadores llegaron a ver este contenido. El contenido muy difícil de ejecutar y organizar no es necesariamente malo (basta ver World of Warcraft y los sistemas de mazmorras Miticas+ o la dificultad mítica de sus bandas). Pero ese mismo contenido está disponible en dificultades más sencillas para otros jugadores.
Algo que no sucede en Final Fantasy XIV, con la única excepción de dos tipos de contenido (Trials y Raids) que tienen dos dificultades (Normal y Extreme, Normal y Savage, respectivamente) dirigidas a jugadores casuales y a hardcore (si bien el modo Extreme es menos difícil que el Savage). El resto del contenido solo tiene una dificultad, que puede ser desde tremendamente fácil a increíblemente difícil.
Una expansión que no puede llegar demasiado tarde
World of Warcraft: The War Within se lanzó en agosto de 2024 y Midnight llega en marzo de 2026. Final Fantasy XIV: Dawntrail, por su parte, se lanzó en julio de 2024 y su próxima expansión no llegará, presumiblemente, antes de finales de 2026 como mínimo, o quizá incluso en 2027. Es decir, en un caso, no hay ni dos años de espera entre expansiones. En el otro, puede que haya que esperar tres años…

Crédito: Square Enix
Cuando la comunidad de Final Fantasy XIV conoció los planes de Square Enix, las reacciones no se hicieron esperar. Los parches principales se publican aproximadamente cada cuatro meses (desde el parche x.1 al x.5). Ahora mismo, Final Fantasy XIV está en el parche 7.4, publicado a principios de diciembre. El 7.5, por tanto, llegará hacia mediados de abril y después habrá que esperar unos meses más hasta la siguiente expansión.
Quizá por ello, Naoki Yoshida (Yoshi-P, como se le conoce cariñosamente en la comunidad) quiso adelantarse a los rumores y anunció que, aunque todavía no puede dar detalles, la próxima expansión podría llegar antes de lo que la comunidad cree. En cualquier caso: WoW buscará demostrar que puede mantener la misma experiencia fantástica que lleva años ofreciendo sin tener que depender de los addons. Final Fantasy XIV, por contra, tendrá que demostrar que puede publicar contenido que atraiga a muchos más jugadores… ¿Qué le depararán los próximos 12 meses a cada uno?



