Víctor Ayora 
Battlefield 6 me ha devuelto una sonrisa que ya tenía olvidada. Puede que acabe comiéndome mis palabras o que este titular envejezca muy mal, pero en los cuatro días de la primera beta del shooter bélico he vuelto a disfrutar de lo que es un grandioso multijugador.
Call of Duty ha sido para mí uno de los motores esenciales en el mundo de los videojuegos. He recibido cada entrega anual con gran entusiasmo, esperando sumergirme en el frenético online del título de Activision. He jugado a todas y cada una de sus entregas, desde el increíble Call of Duty 4: Modern Warfare hasta los actuales, pasando por aquella fase de jetpacks que tan mal recuerdo me trae.
Dispositivos Gaming con miMovistar / Fusión
No he sido tanto de Battlefield. Siempre me han parecido grandes juegos y, si tuviera que quedarme con alguno, sin duda elegiría Bad Company 2 —me impresionó en su día el sonido— y Battlefield 3. El resto no caló tan hondo en mis gustos.
He intentado jugar en varias ocasiones a los últimos lanzamientos de la saga, pero no terminaron de convencerme. Yo, que soy tan de Call of Duty, no acababa de entrar en su dinámica. Pero, claro, todo acaba cambiando. Y si un día pasé de FIFA a PES, para luego volver a lo que ahora conocemos como EA Sports FC, ¿por qué no hacer lo mismo con los shooters bélicos por excelencia?
La beta de este fin de semana —que volverá a estar disponible el próximo— me ha abierto los ojos de par en par. Pero os voy a decir una cosa: yo no estaba equivocado. EA tenía que replantearse qué hacer con Battlefield. No convencían, no atraían y, por si fuera poco, parecían condenados a morir prácticamente desde el lanzamiento.
Con Battlefield 6 la dinámica ha cambiado por completo. Ha arrasado en su primer fin de semana como hacía mucho tiempo que no lo hacía. Los veteranos han vuelto encantados y, los que no lo son, también se han pasado los cuatro días pegados a sus virtudes.
Obviamente, tiene algunos defectos. Es una beta y su misión es corregirlos. Nada extraño. Sin embargo, sus virtudes se han mostrado con fuerza. Ha sido capaz de dar la vuelta a una situación que tenía perdida desde hace muchos años. Es cierto que parte de su encanto reside en el batacazo que se han dado los últimos Call of Duty, pero no hay que quitarle méritos.
Battlefield 6 nos ha enseñado cuatro modos de juego —Avance, Conquista, Dominación y Toma la colina—. Los dos primeros pertenecen a mapas amplios con 64 jugadores simultáneos en los que pasa de todo: infantería, tanques, helicópteros, cazas… Todos los ingredientes clásicos están ahí, con una destrucción casi total. Este año han dado en la diana. La ambientación es más realista que en otros años y el sistema funciona muy bien.
Si eres como yo, fan de CoD, te costará más cogerle el truco al gunplay. Las ayudas de Activision en el apuntado nos hacen un flaco favor cuando saltamos a otros shooters —yo los he jugado en consola con mando—, pero tras varias partidas se coge el punto y empiezas a pasártelo en grande.
Dominación y Toma la colina son los dos modos de juego —al menos en la beta— que proponen enfrentamientos en mapas más cerrados. Son el equivalente a Dominio y Punto caliente en Call of Duty. No recuerdo otro online reciente que me diera esta sensación desde la saga Modern Warfare clásica.
La beta de Battlefield 6 me ha dejado entusiasmado y con ganas de que llegue ya el próximo fin de semana para volver a jugar. Con suerte, EA nos dará nuevos mapas o modos de juego.
No obstante, a pesar del gran resultado de estos días, quiero ser cauto. Primero, porque no conocemos nada del nuevo Black Ops. Y segundo, porque no sería la primera vez que el juego final no cause la misma sensación que la beta. Me da la impresión de que Battlefield 6 ha cogido la delantera y puede ser una de las sorpresas del año. Pero tendremos que esperar a que llegue a las tiendas. Eso sí, si tuviera que decidir hoy mismo, me quedo con la beta de Battlefield 6 antes que con los últimos Call of Duty. Con eso digo todo.
Las opiniones expresadas en esta sección son responsabilidad exclusiva de los autores y no reflejan necesariamente la opinión editorial de Movistar eSports. Los autores tienen total libertad para expresar sus puntos de vista de manera independiente y estas opiniones son de carácter personal.
