Los Troncos no han tenido fortuna en la Kings Cup. Los campeones del mundo no han encontrado su juego en el torneo copero y no estarán en la fase final. A pesar de ello, lo intentaron todo, incluso marcarse un gol en propia puerta en una jugada surrealista a la desesperada.
La victoria de 1K en el matchball ha dejado fuera al equipo de Perxitaa, aunque el verdadero protagonismo del encuentro llegó en los minutos finales. El presidente, desde su setup, ya advertía que la tanda de penaltis shootouts no beneficiaba a su equipo: como mucho sumarían dos puntos, y necesitaban imperiosamente ganar en tiempo reglamentario.
Solo había una opción. El marcador reflejaba un empate a cinco que encaminaba el partido hacia los penaltis, pero Troncos decidió probar la fórmula más sencilla —y al mismo tiempo la más peligrosa—: marcarse un gol en propia puerta para forzar el matchball y mantener viva la posibilidad de lograr los tres puntos.
Fue un acto de pura desesperación. También, de riesgo extremo. Desde ese momento, para ganar necesitaban remontar, mientras que a 1K le bastaba con marcar un tanto. El matchball empezó bien para los de Perxitaa, que lograron el empate, pero el destino tenía guardada una última mala pasada.
Eloy Amoedo, el siempre destacado portero botánico, se precipitó en la jugada final. Detuvo una ocasión de 1K y, al ver la portería vacía, intentó marcar el gol de la victoria desde larga distancia. Sin embargo, la presión rival le hizo soltar el balón y lanzarse a por él sin que nadie lo tocara antes. El árbitro interpretó la acción como cesión y señaló un libre indirecto dentro del área.
1K no tuvo compasión: convirtió la falta en el tanto definitivo y se llevó los tres puntos. Así, Los Troncos se despiden de la Kings Cup con una acción tan insólita como simbólica de su mal torneo, en el que nunca llegaron a mostrar su verdadero nivel.




